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7 de mayo de 2011

La novela psicológica

La novela psicológica
La novela psicológica es una obra de ficción en prosa que enfatiza la caracterización
interior de sus personajes, sus motivos, circunstancias y acción interna que
nace y se desarrolla a partir de la acción externa. La novela psicológica “pospone
la narración a la descripción de los estados de ánimo, pasiones y conflictos psicológicos”
de los personajes porque no relata simplemente lo que ocurre, sino que
explica el porqué y la finalidad de esta acción. Describe sobre todo los conflictos
espirituales, es decir, psicológicos. Las reacciones espirituales de los personajes,
que son analizadas minuciosamente, bien siguiendo el hilo de sus pensamientos
–monólogos– o bien transcribiendo aquellos textos –diarios íntimos o cartas– que
se suponen escritos por dichos personajes. La novela psicológica nos brinda abundantes
ejemplos de realismo subjetivo. El escritor psicológico se desdobla y tiene la
frialdad para observar el panorama interior de sus criaturas. Las primeras grandes
novelas psicológicas se deben al escritor ruso Dostoievsky y al francés Stendhal.
La novela es una obra literaria en la cual se narra una acción fingida en todo o en
parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores por medio de la descripción
o pintura de sucesos interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.
Algunos de los rasgos de la novela son los siguientes: su trabazón es la narración
o el relato; su mundo, un mundo cerrado y autónomo; su contenido es
diverso pero siempre incorpora elementos ficticios; su meta inicial es conseguir
que el lector penetre en su mundo más o menos real y siempre, en mayor o menor
medida, actual o actualizable.
Las novelas pueden clasificarse de acuerdo con diferentes puntos de vista según
su contenido, forma, estilo, época, estructura y corriente en la que están inmersas.
Según su contenido, existen, entre otras, novelas históricas, de aventuras
y caballerescas, pastoriles, picarescas, pedagógicas, sociales, familiares, policíacas,
de terror, de costumbres, filosóficas, de ciencia ficción y psicológicas.
Las dos categorías que las diversas exploraciones sobre los fundamentos estructurales
de la novela subrayan como las de mayor universalidad son: la trama
o la acción novelesca, por un lado, y la pintura de caracteres, por otro. La relación
entre estos elementos debe ser indagada y examinada para descubrir la forma de
la novela.
Uno de los enfoques sobre la estructura de la novela es el de Irene Simon, quien
parte del presupuesto habitual de la novela como un género narrativo en prosa
que a través de la acción y de los caracteres expone y enjuicia la vida cotidiana de
la sociedad burguesa. Sobre esta base, destaca que en la novela clásica o tradicional
la unidad de la narración se apoya casi exclusivamente en la presencia de un
individuo o grupos de individuos y sus vicisitudes. En cambio, en la novela moderna
la acción novelesca ha desaparecido casi por completo y el principal objetivo es
la exploración de los personajes en su nivel subjetivo. En el camino hacia la novela
moderna Don Quijote de La Mancha es el mayor exponente por la profunda y tierna
pintura de caracteres de su famosa pareja protagónica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen resumen, con buenos detalles, excelente

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