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20 de diciembre de 2014

Análisis de La danza de Henri Matisse


Análisis de La danza de Henri Matisse


     
Datos y documentación

Estamos ante una pintura del pintor francés H. Matisse (1869-1954). La obra se titula La danza y es de 1909. La técnica empleada es óleo sobre tela, de 259,7 x 390,1 cm. Pertenece a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Esta pintura es la primera versión hecha a partir del encargo del coleccionista ruso Sergej Schtschukin de una pareja de pinturas murales de gran porte: La danza y La música. El boceto pertenece al MAM de Nueva York y la versión definitiva al Ermitage de Leningrado, junto con su pareja, La música (1909-1910).
La primera versión se distingue de la segunda por sus colores menos intensos. La obra de Matisse se inscribe dentro del fauvismo, que se caracteriza por la utilización del color de manera violenta y contrastante, con tintes saturados y opuestos que chocan entre sí. Siempre atado a la figuración pero sin pretensiones naturalistas, por el contrario, violenta, tanto la forma como el color o produce deformaciones con finalidad expresiva.
La descripción de lo que se nos presenta debe plantear someramente el asunto de la obra. En este caso advertimos cinco figuras femeninas desnudas de color rosa anaranjado tomadas de las manos y dispuestas en ronda sobre un fondo azul y un suelo verde.


b.      Análisis formal

Debemos hacer hincapié aquí en la estructura general de la expresión plástica, teniendo en cuenta el marco de encierro y la disposición de los elementos en el campo visual. En este caso, los elementos compositivos se disponen en un marco de encierro rectangular-horizontal. El campo visual genera una relación particular entre los elementos, estructurando la composición. El fondo del campo visual está dividido por una línea ondulada en dos planos de color. El superior y más amplio, de color azul celeste y el inferior, de color verde. Así se diferencia el fondo del suelo.
Las cinco figuras están dispuestas equilibradamente —y abarcan la totalidad del campo en una proporción que produce monumentalidad—: dos atrás, de frente (sobre el fondo azul); una a cada lado del campo de composición y otra de espaldas, en el primer plano, con una inclinación que crea una dirección diagonal (sobre el fondo verde). La disposición de las figuras con los brazos extendidos en ronda genera una pronunciada forma oval, reforzada por el ritmo creado por las formas negras de las cabezas (puntos negros equidistantes a lo largo del recorrido oval). Esta estructura oval, se inclina hacia la derecha. Esta inclinación se produce por la direccionalidad diagonal del cuerpo de la figura del primer plano, creando una composición dinámica (se puede comparar con una estructura oval horizontal que produce estatismo). Este dinamismo se enriquece por los diferentes ritmos generados por la repetición de curvas y contracurvas de los cuerpos que producen una direccionalidad centrífuga.
Las direcciones y tensiones son fáciles de observar por medio de un diagrama que marque con vectores cada una de ellas. Por ejemplo, es muy significativa la tensión que se produce entre los dos únicos brazos que no están tomados de las manos. El cuerpo (de la figura del primer plano) inclinado hacia la izquierda crea una diagonal que se dirige a la mano de la figura del lateral izquierdo sin tocarla. Esto genera una tensión entre ambos brazos que se apacigua por el cruce de la pierna de la figura que está por detrás a la izquierda; cruce produce un equilibrio de fuerzas.


Otros puntos para considerar son es el color y la luz. Nos encontramos ante una iluminación homogénea y colores relativamente planos. Los tintes utilizados son un azul celeste, un verde desaturado y un rosa anaranjado. Es necesario ver la relación que se produce entre los colores. El azul y el verde son cercanos en el circulo cromático y tienen un mismo grado de luminosidad; por lo tanto, no se percibe contraste brusco entre ambos, sí una variación de tinte. En cambio, las figuras, por su tinte rosa anaranjado y su alta luminosidad, producen un alto contraste con respecto al fondo. Hay que tener en cuenta cómo están formados los colores; entonces notaremos que el rosa-anaranjado (rojo, amarillo y blanco) tiene el opuesto del azul (amarillo) y el opuesto del verde (rojo).

c.       Con respecto al nivel interpretativo, debemos comenzar por lo denotado —que en este caso es la danza y que, además, surge directamente del título— y luego pasar a los múltiples niveles de connotación proporcionados por los procedimientos o las maneras de expresar ese asunto. Por ejemplo, vemos cómo las figuras se distorsionan en función de la expresión de movimiento, transmitiendo un ritmo alegre, festivo.
Tenemos que tener en cuenta la perspectiva histórica que separa a un receptor actual de uno contemporáneo a la producción de la obra. Tampoco debemos soslayar las circunstancias y las causas de su producción. En este caso, fue un encargo para una decoración y para contratar con otra obra: La música. Estas circunstancias y la función decorativa de la obra completan su significación.

En todo este pormenorizado análisis no debe perderse de vista la ubicación histórica y cultural de la obra para poder comparar o hacer referencias a obras anteriores y posteriores. Un tema importante es la representación y la mayor o menor relación de lo representado con la naturaleza, es decir, el alejamiento o la fidelidad a ella. En este caso (la obra de Matisse), al no haber pretensiones de representar de manera fiel lo que observamos, las convenciones representativas no son tan rigurosas como las de la perspectiva matemática renacentista, que no tiene en cuenta. El adelante y atrás del espacio tridimensional se representa con abajo y arriba en el plano (influencia de la estética oriental); por eso Matisse no hizo más pequeñas las figuras que están atrás en la ronda sino que las puso arriba. Otras convenciones indicadoras de espacio que utiliza son el traslapo y el escorzo (en la figura de la izquierda). Del mismo modo, la figuras humanas no están trabajadas de manera naturalista (con fidelidad representativa) sino que se encuentran estilizadas y simplificadas en función de la expresividad plástica.


Fuente: A.A.V.V : Culturas y estéticas contemporáneas , Colección Días de clase; Ed. Aique, Bs.As; 

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